Por Paulo Orio, gerente de Ventas y Preventa de Orange Business Services
Adaptaciones, cambios constantes, ritmo acelerado y la palabra clave para afrontar los retos de este contexto en el que vivimos: conectividad. En la vida laboral diaria, hablamos mucho de conexión, de hacer que las personas se sientan conectadas con los propósitos de las marcas, que vistan la camiseta del equipo y que, de hecho, se relacionen de forma positiva. Pero para que esto se produzca, debemos mirar la perspectiva física: estar cerca. Especialmente en el sector corporativo, existen varias soluciones que se han desarrollado para unir personas, dinámicas de trabajo y dispositivos; estas herramientas acortan los espacios y simplifican los procesos.
Entiendo, mientras el mundo sigue enfrentando las consecuencias de la pandemia causada por el COVID-19, que la conectividad, encargada de establecer el vínculo entre dispositivos, redes y personas, debe ganar cada vez más relevancia en la dinámica empresarial a partir de las nuevas soluciones desarrolladas por los profesionales de TI.
Pero, ¿de qué soluciones estamos hablando?
Para mantener la competitividad en este escenario en constante cambio, existen soluciones de conectividad que han demostrado ser eficientes para el sector corporativo. SD-WAN, por ejemplo, administra redes de larga distancia y permite la conexión entre oficinas, tiendas físicas, usuarios, centros de datos y varios dispositivos independientemente de su ubicación. Una alternativa como esta reduce los costos operativos y permite conectarse a una gama completa de proveedores en la nube con la garantía de que los datos se transmiten de manera más segura. Estas soluciones permiten acelerar la transformación digital.
Otra posibilidad es LTE, más conocida como 4G, que continúa realizando el tráfico de datos a velocidades superiores a las tecnologías anteriores e impulsa el acceso a la conectividad en la mayoría de los países de la región. LTE privado permite llegar con soluciones innovadoras a entornos geográficamente alejados de los centros urbanos, América Latina sigue siendo un gran consumidor de LTE y es necesario prestar atención a esta tecnología que se puede aplicar a la industria para optimizar la producción. En este sentido, me gusta ver cómo este tipo de conectividad impulsa el crecimiento de tecnologías que agregan mucho valor a la industria como es Internet de las cosas (IoT). No se puede mejorar lo que no se puede medir. Obtener información relevante de primera mano es la clave para comprender la realidad de una actividad.
Hay otras soluciones de conectividad que no son de adopción masiva pero que también son muy necesarias para diferentes realidades. Business VPN Satellite, por ejemplo, es una tecnología que ofrece servicios satelitales altamente confiables en regiones con infraestructura de comunicación deficiente o inexistente, como es el caso de explotaciones mineras o plataformas marítimas. En Orange, venimos invirtiendo masivamente en soluciones de conectividad para servir a todos los mercados. Contar con un proveedor que pueda diseñar una solución flexible, segura, escalable, en función de las especificidades de la organización, es fundamental.
Tras estas consideraciones, creo que el avance de la conectividad, independientemente del tipo y del sector en que se esté utilizando, garantiza el acceso a la información, a la vez que facilita y simplifica las dinámicas organizacionales, dando soporte a la continuidad de los negocios, para que el mundo no se detenga, aún en medio de una crisis sanitaria sin precedentes como la que estamos atravesando.
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